La Asociación Cultural "Los Pelaos" informa a todos sus socios y simpatizantes que el próximo viernes, en el lugar de siempre, a las 21 horas, se celebrará Reunión Extraordinaria para tratar los siguientes puntos:
1.- aprobación del acta de la sesión anterior.
2.- elección del logotipo de la Asociación.
3.- organización de la I Campaña de fomento de la lectura.
4.- presentación del libro "Huellas de ti " de José Mora.
5.- elección del tipo de la Agrupación Carnavalesca para 2010.
6.- Ruegos y preguntas.
Un saludo
José Manuel González Cárdenas.
Vicepresidente de la Asociación.
martes, 30 de junio de 2009
viernes, 19 de junio de 2009
La muerte del filántropo...
Vicente Ferrer, ex jesuita y cooperante catalán ha fallecido a los 89 años en la India
JUAN G. BEDOYA - Madrid - 19/06/2009
"Hay personas que no deberían morir, porque son valiosas, porque son amadas, porque son únicas". Esto es lo que escribió hace un par de meses el padre Ángel desde Anantapur, al sur de la India, a donde había acudido apresuradamente porque le habían dicho que Vicente Ferrer se estaba muriendo deprisa. El padre Ángel García Rodríguez, el sacerdote católico diocesano fundador de Mensajeros de la Paz, estuvo unas horas con Ferrer y envió a sus amigos un mensaje de consolación por correo electrónico. Era una hermosa y emocionante oración fúnebre. Vicente Ferrer había cumplido ya los 88 años y llevaba años sufriendo una pésima salud de hierro. El último incidente era una embolia, la pasada Navidad. Parecía irreversible.
Pero el padre Ángel, él mismo muy enfermo, resistente por encima de lo humano, mandaba también una señal de esperanza, como si diera por sentado que hay personas tan necesarias que deben ser respetadas de modo especial por la muerte. Recordaba un piropo que le dijeron a un torero una tarde en Andalucía: "Maestro, no te mueras nunca". Era lo que aquel día, ante las noticias de la lenta agonía del padre Ferrer, estaban gritando, corazón adentro, miles de personas en España, en la India, en todo el mundo: "Vicente, no te mueras nunca. Y va a ser cierto", se consolada Padre Ángel. No ha sido posible. Ferrer ha muerto esta madrugada a la 1.15 (hora española) en su casa en Anantapur (India).
Hay religiosos cuya sola existencia hace disculpar las muchas desgracias y atrocidades que han causado a la humanidad las religiones de uno u otro signo. El jesuita Vicente Ferrer es uno de ellos. Como pronosticó desde la India el padre Ángel, "Vicente Ferrer no va a morir nunca. Le suban o no a los altares, a Vicente Ferrer, que fue un santo en vida, le espera la Gloria. No la gloria mundana, que su exquisita sencillez siempre quiso evitar, sino la verdadera, la buena, la definitiva".
Es la esperanza de un creyente. Entre mundanos, Vicente Ferrer seguirá vivo, sobre todo, entre los cientos de miles de pobres de solemnidad a los que ayudó de todas las maneras posibles en Anantapur, una zona rural en los desiertos del sur de la India. Su inmortalidad son los hospitales, escuelas, casas, pozos, caminos, etc. que levantó con un tesón sobrehumano en cientos de comunidades y pueblos.
Cuando hace unos meses El Periódico de Cataluña eligió a Vicente Ferrer Catalán del Año 2008, el anuncio festivo de la noticia se hizo con una canción de Sopa de Cabra interpretada por Gerard Quintana y Eva Amaral. "Vam deixar-ho tot / el cor encés pel món". Eso es lo que había hecho cincuenta años antes Ferrer: abandonarlo todo y lanzarse al mundo con el corazón encendido. En ese medio siglo, el famoso cooperante barcelonés ha cambiado la vida de cientos de miles de desposeídos y se ha erigido, además, en un referente internacional del trabajo humanitario y filantrópico. Entre los muchos premios y distinciones que recibió destaca el Príncipe de Asturias de la Concordia, en 1998.
Biografía de novela
La biografía de Vicente Ferrer es impresionante, novelesca. Hay varios libros que lo atestiguan. El primero lo escribió Alberto Oliveras, con el título La revolución silenciosa. Oliveras fue el alma de un programa de radio emitido por la Cadena Ser entre 1960 y 1977, los miércoles a las diez y media de la noche. Se llamaba Ustedes son formidables. Era un instrumento magnífico para llamar a la solidaridad ciudadana ante situaciones dramáticas, cotidianas o excepcionales. El programa marcó una época y Vicente Ferrer fue muchas veces protagonista. De entonces acá han llovido más libros, uno del propio Ferrer, titulado El encuentro con la realidad. El último es de hace apenas un año, firmado por Anna Ferrer y editado por Espasa con el título Un pacto de amor. Mi vida junto a Vicente Ferrer.
En realidad, Anna Ferrer se llama Anna Perry, nacida en 1947 en Essex, al sureste de Gran Bretaña. Reportera de la revista Current, un día le encargaron un reportaje sobre el jesuita cooperante español. Meses después decidió volver a su lado, como una trabajadora más. Acabó casándose con el jesuita español, en una boda cuya noticia dio la vuelta al mundo. Tienen tres hijos. Cuando le preguntaban cómo pudo construir tantos proyectos desde la nada, Vicente Ferrer, bajito y delgado, vestido siempre con una camisa de color caqui, unos pantalones de algodón y una sencillas sandalias, solía contar la reacción de una persona a la que le describió el personal y la organización que le acompañaba. Incluyó a su mujer. "Es inglesa", señaló. "¡Claro, eso lo explica todo! ¡El latino y la sajona!", sentenció el curioso.
Ferrer nació en Barcelona el 9 de abril de 1920. No era buena fecha para venir al mundo en España. Debió pensarlo un jovencísimo Vicente Ferrer el día en que, a los 16 años, pidió el carné del POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista). Pronto fue llamado a filas pata luchar en la guerra incivil que desató en el verano de 1936 un golpe militar nacionalcatólico. Le tocó batallar en el Ebro en 1938. En la retirada del ejército vencido hacia Francia, tras la caída del frente de Cataluña, Ferrer fue internado en el campo de concentración de Argelès-sur-Mer. No había cometido delito alguno, salvo el ser joven y revolucionario, pero fue entregado por las autoridades francesas a las franquistas en Hendaya, e internado en el campo de concentración de Betanzos. Allí pasó lo que quedaba de 1939. Liberado, tuvo que cumplir de nuevo el servicio militar: en total siete años de movilización contando los años de guerra, la reclusión en los campos de castigo y de nuevo el servicio militar. Pese a todo, conservó las ganas de luchar. En 1944 abandonó sus estudios de Derecho e se hizo jesuita, con la idea de "ayudar a los demás".
En 1952 es enviado a Mumbai como misionero para completar su formación espiritual. Es su primer contacto con la India. Ya no paró de trabajar para erradicar el sufrimiento de los más pobres de ese país. Muchas veces, su labor generó suspicacias entre los dirigentes de país y aún mayores entre los mandamases de la Compañía de Jesús. No lo expulsaron de la congregación, pero sí del país. Treinta mil campesinos, secundados por intelectuales, políticos y líderes religiosos, se movilizaron en una marcha de 250 kilómetros para protestar. La primera ministra Indira Gandhi intervino con una solución salomónica. Ferrer se marcharía a Europa para "unas cortas vacaciones", y sería bien recibido de vuelta otra vez en la India siempre que cambiase de lugar de residencia. Ocurrió en 1968.
Vicente Ferrer regresó a España. Pronto, Indira Gandhi se preocupa por su tardanza en regresar. "¿Por qué no vuelve ya?", preguntó a los amigos del misionero. Lo hizo casi un años después, en 1969, y se instaló en Anantapur (Andhra Pradesh), uno de los distritos más pobres del país. Ese mismo año deja la Compañía de Jesús y crea, junto a quien será su esposa unos meses más tarde la Fundación Vicente Ferrer. Hoy gestionan cinco hospitales y cientos de escuelas, levantados con las donaciones de 130.000 padrinos. También ha llevado adelante miles de programas de ayudas a agricultores para dotar de agua sus poblados y de créditos sus actividades. Es el imperio de la cooperación, una tarea impresionante incluso para quienes, como el asturiano Padre Ángel, están siguiendo sus pasos con tesón y bondad increíbles. En definitiva, con Vicente Ferrer desaparece un filántropo gigantesco.
Pero el padre Ángel, él mismo muy enfermo, resistente por encima de lo humano, mandaba también una señal de esperanza, como si diera por sentado que hay personas tan necesarias que deben ser respetadas de modo especial por la muerte. Recordaba un piropo que le dijeron a un torero una tarde en Andalucía: "Maestro, no te mueras nunca". Era lo que aquel día, ante las noticias de la lenta agonía del padre Ferrer, estaban gritando, corazón adentro, miles de personas en España, en la India, en todo el mundo: "Vicente, no te mueras nunca. Y va a ser cierto", se consolada Padre Ángel. No ha sido posible. Ferrer ha muerto esta madrugada a la 1.15 (hora española) en su casa en Anantapur (India).
Hay religiosos cuya sola existencia hace disculpar las muchas desgracias y atrocidades que han causado a la humanidad las religiones de uno u otro signo. El jesuita Vicente Ferrer es uno de ellos. Como pronosticó desde la India el padre Ángel, "Vicente Ferrer no va a morir nunca. Le suban o no a los altares, a Vicente Ferrer, que fue un santo en vida, le espera la Gloria. No la gloria mundana, que su exquisita sencillez siempre quiso evitar, sino la verdadera, la buena, la definitiva".
Es la esperanza de un creyente. Entre mundanos, Vicente Ferrer seguirá vivo, sobre todo, entre los cientos de miles de pobres de solemnidad a los que ayudó de todas las maneras posibles en Anantapur, una zona rural en los desiertos del sur de la India. Su inmortalidad son los hospitales, escuelas, casas, pozos, caminos, etc. que levantó con un tesón sobrehumano en cientos de comunidades y pueblos.
Cuando hace unos meses El Periódico de Cataluña eligió a Vicente Ferrer Catalán del Año 2008, el anuncio festivo de la noticia se hizo con una canción de Sopa de Cabra interpretada por Gerard Quintana y Eva Amaral. "Vam deixar-ho tot / el cor encés pel món". Eso es lo que había hecho cincuenta años antes Ferrer: abandonarlo todo y lanzarse al mundo con el corazón encendido. En ese medio siglo, el famoso cooperante barcelonés ha cambiado la vida de cientos de miles de desposeídos y se ha erigido, además, en un referente internacional del trabajo humanitario y filantrópico. Entre los muchos premios y distinciones que recibió destaca el Príncipe de Asturias de la Concordia, en 1998.
Biografía de novela
La biografía de Vicente Ferrer es impresionante, novelesca. Hay varios libros que lo atestiguan. El primero lo escribió Alberto Oliveras, con el título La revolución silenciosa. Oliveras fue el alma de un programa de radio emitido por la Cadena Ser entre 1960 y 1977, los miércoles a las diez y media de la noche. Se llamaba Ustedes son formidables. Era un instrumento magnífico para llamar a la solidaridad ciudadana ante situaciones dramáticas, cotidianas o excepcionales. El programa marcó una época y Vicente Ferrer fue muchas veces protagonista. De entonces acá han llovido más libros, uno del propio Ferrer, titulado El encuentro con la realidad. El último es de hace apenas un año, firmado por Anna Ferrer y editado por Espasa con el título Un pacto de amor. Mi vida junto a Vicente Ferrer.
En realidad, Anna Ferrer se llama Anna Perry, nacida en 1947 en Essex, al sureste de Gran Bretaña. Reportera de la revista Current, un día le encargaron un reportaje sobre el jesuita cooperante español. Meses después decidió volver a su lado, como una trabajadora más. Acabó casándose con el jesuita español, en una boda cuya noticia dio la vuelta al mundo. Tienen tres hijos. Cuando le preguntaban cómo pudo construir tantos proyectos desde la nada, Vicente Ferrer, bajito y delgado, vestido siempre con una camisa de color caqui, unos pantalones de algodón y una sencillas sandalias, solía contar la reacción de una persona a la que le describió el personal y la organización que le acompañaba. Incluyó a su mujer. "Es inglesa", señaló. "¡Claro, eso lo explica todo! ¡El latino y la sajona!", sentenció el curioso.
Ferrer nació en Barcelona el 9 de abril de 1920. No era buena fecha para venir al mundo en España. Debió pensarlo un jovencísimo Vicente Ferrer el día en que, a los 16 años, pidió el carné del POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista). Pronto fue llamado a filas pata luchar en la guerra incivil que desató en el verano de 1936 un golpe militar nacionalcatólico. Le tocó batallar en el Ebro en 1938. En la retirada del ejército vencido hacia Francia, tras la caída del frente de Cataluña, Ferrer fue internado en el campo de concentración de Argelès-sur-Mer. No había cometido delito alguno, salvo el ser joven y revolucionario, pero fue entregado por las autoridades francesas a las franquistas en Hendaya, e internado en el campo de concentración de Betanzos. Allí pasó lo que quedaba de 1939. Liberado, tuvo que cumplir de nuevo el servicio militar: en total siete años de movilización contando los años de guerra, la reclusión en los campos de castigo y de nuevo el servicio militar. Pese a todo, conservó las ganas de luchar. En 1944 abandonó sus estudios de Derecho e se hizo jesuita, con la idea de "ayudar a los demás".
En 1952 es enviado a Mumbai como misionero para completar su formación espiritual. Es su primer contacto con la India. Ya no paró de trabajar para erradicar el sufrimiento de los más pobres de ese país. Muchas veces, su labor generó suspicacias entre los dirigentes de país y aún mayores entre los mandamases de la Compañía de Jesús. No lo expulsaron de la congregación, pero sí del país. Treinta mil campesinos, secundados por intelectuales, políticos y líderes religiosos, se movilizaron en una marcha de 250 kilómetros para protestar. La primera ministra Indira Gandhi intervino con una solución salomónica. Ferrer se marcharía a Europa para "unas cortas vacaciones", y sería bien recibido de vuelta otra vez en la India siempre que cambiase de lugar de residencia. Ocurrió en 1968.
Vicente Ferrer regresó a España. Pronto, Indira Gandhi se preocupa por su tardanza en regresar. "¿Por qué no vuelve ya?", preguntó a los amigos del misionero. Lo hizo casi un años después, en 1969, y se instaló en Anantapur (Andhra Pradesh), uno de los distritos más pobres del país. Ese mismo año deja la Compañía de Jesús y crea, junto a quien será su esposa unos meses más tarde la Fundación Vicente Ferrer. Hoy gestionan cinco hospitales y cientos de escuelas, levantados con las donaciones de 130.000 padrinos. También ha llevado adelante miles de programas de ayudas a agricultores para dotar de agua sus poblados y de créditos sus actividades. Es el imperio de la cooperación, una tarea impresionante incluso para quienes, como el asturiano Padre Ángel, están siguiendo sus pasos con tesón y bondad increíbles. En definitiva, con Vicente Ferrer desaparece un filántropo gigantesco.
miércoles, 17 de junio de 2009
Novedades en el área de Cultura...
EL AYUNTAMIENTO DE PUNTA UMBRÍA PREMIA LA EXCELENCIA EN CINE, LITERATURA, ESCULTURA Y FOTOGRAFÍA A TRAVÉS DE CINCO CERTÁMENES ARTÍSTICOS
Con un presupuesto de 19.000 euros
Punta Umbría, 16 de junio de 2009. -
Con un presupuesto de 19.000 euros
Punta Umbría, 16 de junio de 2009. -
La oferta de certámenes culturales que organiza el Ayuntamiento de Punta Umbría en el segundo semestre de 2009, que cuenta con un presupuesto de 19.000 euros, premiará a los mejores artistas en disciplinas como el cortometraje, la poesía, los relatos, la fotografía y la escultura; a través de cinco concursos.
Concretamente, el Consistorio costero ha convocado ya el XV Certamen Iberoamericano de Cortometraje Digital y el XXIX de Fotografía 'Ciudad de Punta Umbría', junto con el XI Premio Nacional de Relatos Canaleta, el III Premio Internacional de Poesía 'Palabra Ibérica' y el XVI Premio Ibérico de Escultura.
Dado el número de ediciones de la mayoría de estas convocatorias, se trata de galardones muy consolidados dentro del panorama cultural de la provincia de Huelva e, incluso, del panorama andaluz, como demuestra la diversa procedencia de los participantes y el alto número de aspirantes inscritos en los últimos años.
Al certamen de cortometraje están invitados a participar, hasta el 15 de septiembre, creadores mayores de 16 años que presenten en formato DVD obras de ficción de hasta 15 minutos. El jurado visionará los trabajos en el municipio en el mes de octubre, estableciendo un sólo premio de 3.000 euros para el que se lleve la 'Almenara de Oro'.
En cuanto al XVI Premio Ibérico de Escultura, de carácter internacional, se prevén dos distinciones para las obras elegidas por el jurado: la denominada 'Ciudad de Punta Umbría', dotada con 7.212 euros, y la que otorga tradicionalmente la Fundación Cajasol, de 3.606 euros. El tema de las esculturas debe ser libre y original. La recepción de las obras concluye el 25 de junio y el fallo del jurado se producirá el día 26.
Respecto al Premio Nacional de Relatos Canaleta, que se realiza con la colaboración de Essan Grafic, está dotado con 1.200 euros y tiene el importante incentivo de publicar el texto. Pueden participar todos los trabajos inéditos escritos en castellano, con una extensión no inferior a 8 folios y no superior a 20, de todos los autores que no hayan recibido con anterioridad el Canaleta. El plazo para entregar los relatos finaliza el 30 septiembre.
Las mejores imágenes tienen su recompensa también en el Certamen de Fotografía 'Ciudad de Punta Umbría', cuyo plazo de admisión de trabajos termina el 15 de septiembre. La temática es de libre elección, aunque el formato sí está delimitado, hasta un máximo de 40x50cm. El jurado otorga en esta XXIX edición tres condecoraciones, de 700, 500 y 300 euros.
Por otra parte, III Premio Internacional de Poesía 'Palabra Ibérica' permite la entrega de originales hasta el 30 de septiembre. Las obras pueden estar escritas en castellano o portugués, con un mínimo de 30 folios y un máximo de 40, en cuerpo 12. La compensación económica para el elegido es de 2.500 euros.
Las obras que concurran a cualquiera de estos cinco certámenes deben remitirse a la Casa de Cultura de Punta Umbría, situada en la Plaza de las Artes s/n. También ofrece el Ayuntamiento los teléfonos de consulta 959495140 y 959495132, así como el email uberto.stabile@puntaumbria.es.
Concretamente, el Consistorio costero ha convocado ya el XV Certamen Iberoamericano de Cortometraje Digital y el XXIX de Fotografía 'Ciudad de Punta Umbría', junto con el XI Premio Nacional de Relatos Canaleta, el III Premio Internacional de Poesía 'Palabra Ibérica' y el XVI Premio Ibérico de Escultura.
Dado el número de ediciones de la mayoría de estas convocatorias, se trata de galardones muy consolidados dentro del panorama cultural de la provincia de Huelva e, incluso, del panorama andaluz, como demuestra la diversa procedencia de los participantes y el alto número de aspirantes inscritos en los últimos años.
Al certamen de cortometraje están invitados a participar, hasta el 15 de septiembre, creadores mayores de 16 años que presenten en formato DVD obras de ficción de hasta 15 minutos. El jurado visionará los trabajos en el municipio en el mes de octubre, estableciendo un sólo premio de 3.000 euros para el que se lleve la 'Almenara de Oro'.
En cuanto al XVI Premio Ibérico de Escultura, de carácter internacional, se prevén dos distinciones para las obras elegidas por el jurado: la denominada 'Ciudad de Punta Umbría', dotada con 7.212 euros, y la que otorga tradicionalmente la Fundación Cajasol, de 3.606 euros. El tema de las esculturas debe ser libre y original. La recepción de las obras concluye el 25 de junio y el fallo del jurado se producirá el día 26.
Respecto al Premio Nacional de Relatos Canaleta, que se realiza con la colaboración de Essan Grafic, está dotado con 1.200 euros y tiene el importante incentivo de publicar el texto. Pueden participar todos los trabajos inéditos escritos en castellano, con una extensión no inferior a 8 folios y no superior a 20, de todos los autores que no hayan recibido con anterioridad el Canaleta. El plazo para entregar los relatos finaliza el 30 septiembre.
Las mejores imágenes tienen su recompensa también en el Certamen de Fotografía 'Ciudad de Punta Umbría', cuyo plazo de admisión de trabajos termina el 15 de septiembre. La temática es de libre elección, aunque el formato sí está delimitado, hasta un máximo de 40x50cm. El jurado otorga en esta XXIX edición tres condecoraciones, de 700, 500 y 300 euros.
Por otra parte, III Premio Internacional de Poesía 'Palabra Ibérica' permite la entrega de originales hasta el 30 de septiembre. Las obras pueden estar escritas en castellano o portugués, con un mínimo de 30 folios y un máximo de 40, en cuerpo 12. La compensación económica para el elegido es de 2.500 euros.
Las obras que concurran a cualquiera de estos cinco certámenes deben remitirse a la Casa de Cultura de Punta Umbría, situada en la Plaza de las Artes s/n. También ofrece el Ayuntamiento los teléfonos de consulta 959495140 y 959495132, así como el email uberto.stabile@puntaumbria.es.
Fuente: http://www.puntaumbria.es/ (Web del Ayuntamiento de Punta Umbría).
martes, 9 de junio de 2009
El Actor Paco Tous en Punta Umbría...
EL ACTOR PACO TOUS DESCUBRE EN PUNTA UMBRÍA UNA FICHA QUE CONMEMORA LA CELEBRACIÓN DEL PRIMER TEATRO EN LA LOCALIDAD
Se sube también a las tablas del Teatro del Mar para interpretar `Cum laude´
Punta Umbría, 7 de junio de 2009.- El actor Paco Tous, de la serie televisiva ‘Los hombres de Paco’, apadrinó ayer en Punta Umbría un acto conmemorativo con el que el Ayuntamiento de la localidad costera quiso recordar la celebración de la primera representación teatral en el pueblo, que tuvo lugar el 22 de abril de 1949. Tous quiso dedicarle unas palabras “a todos los cómicos de aquella época, de los que hemos nacido nosotros, que estuvieron en muchos casos incluso mal vistos”.
Junto a Paco Tous, el delegado provincial de Cultura, Juan José Oña, y la concejala delegada de esta misma área en el Consistorio puntaumbrieño, Antonia Hernández, descubrieron un cartel que, a partir de ahora, permanecerá colgado en el hall del Teatro del Mar. Se trataba de una ficha que anunciaba la citada obra del 49: ‘El infierno en una casa’, una comedia en dos actos. No aparecían ni el director ni el autor del texto escénico, aunque sí se anunciaban los actores. La primera actriz era Rosarito Gómez, cuyo hermano estuvo presente en este homenaje.
En palabras de Hernández, “en esos años no había muchas cosas en Punta Umbría, los vecinos y vecinas tenían lo básico para vivir, pero sí que existían inquietudes culturales, como demuestra esta ficha o el hecho de que en este municipio se celebrara el primer festival de cine de España en 1955”.
El cartel lo ha donado Pepe Morales, un puntaumbrieño que tiene un amplio archivo documental de la localidad. Morales ya lo presentó en la exposición ‘Documentación inédita’ que se celebró el pasado 26 de abril, de la que surgió el germen de este acto.
Tous actuó más tarde sobre las tablas del Teatro del Mar para ofrecer al público 'Cum Laude', de la compañía Los Ullen. En este espectáculo, los actores se preguntan si la educación les ha hecho mejores personas.
Esta compañía teatral lleva más de veinte años en activo, en los que se ha consolidado como una de las más reconocidas y sólidas del país. En sus comienzos, allá por el año 1987, presentó al público la trilogía 'Las edades del hombre'. Más tarde, cambió el registro para hacer una reflexión sobre la muerte en 'Cadáveres exquisitos'. La crítica social hizo su aparición en 'Maná-Maná' y también en 'Jeremías' o 'Bar de lágrimas'. Sus últimos espectáculos han sido 'Ave Sosia', 'El mundo de los simples' y 'Alicia', hasta llegar a este 'Cum Laude'.
Se sube también a las tablas del Teatro del Mar para interpretar `Cum laude´
Punta Umbría, 7 de junio de 2009.- El actor Paco Tous, de la serie televisiva ‘Los hombres de Paco’, apadrinó ayer en Punta Umbría un acto conmemorativo con el que el Ayuntamiento de la localidad costera quiso recordar la celebración de la primera representación teatral en el pueblo, que tuvo lugar el 22 de abril de 1949. Tous quiso dedicarle unas palabras “a todos los cómicos de aquella época, de los que hemos nacido nosotros, que estuvieron en muchos casos incluso mal vistos”.
Junto a Paco Tous, el delegado provincial de Cultura, Juan José Oña, y la concejala delegada de esta misma área en el Consistorio puntaumbrieño, Antonia Hernández, descubrieron un cartel que, a partir de ahora, permanecerá colgado en el hall del Teatro del Mar. Se trataba de una ficha que anunciaba la citada obra del 49: ‘El infierno en una casa’, una comedia en dos actos. No aparecían ni el director ni el autor del texto escénico, aunque sí se anunciaban los actores. La primera actriz era Rosarito Gómez, cuyo hermano estuvo presente en este homenaje.
En palabras de Hernández, “en esos años no había muchas cosas en Punta Umbría, los vecinos y vecinas tenían lo básico para vivir, pero sí que existían inquietudes culturales, como demuestra esta ficha o el hecho de que en este municipio se celebrara el primer festival de cine de España en 1955”.
El cartel lo ha donado Pepe Morales, un puntaumbrieño que tiene un amplio archivo documental de la localidad. Morales ya lo presentó en la exposición ‘Documentación inédita’ que se celebró el pasado 26 de abril, de la que surgió el germen de este acto.
Tous actuó más tarde sobre las tablas del Teatro del Mar para ofrecer al público 'Cum Laude', de la compañía Los Ullen. En este espectáculo, los actores se preguntan si la educación les ha hecho mejores personas.
Esta compañía teatral lleva más de veinte años en activo, en los que se ha consolidado como una de las más reconocidas y sólidas del país. En sus comienzos, allá por el año 1987, presentó al público la trilogía 'Las edades del hombre'. Más tarde, cambió el registro para hacer una reflexión sobre la muerte en 'Cadáveres exquisitos'. La crítica social hizo su aparición en 'Maná-Maná' y también en 'Jeremías' o 'Bar de lágrimas'. Sus últimos espectáculos han sido 'Ave Sosia', 'El mundo de los simples' y 'Alicia', hasta llegar a este 'Cum Laude'.
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